Si aprendiéramos esto, sufriríamos menos.
Como muchos saben, me encanta la filosofía estoica, por cierto, te recomiendo el libro El Enquiridion de Epicteto. En esta filosofía se plantea algo muy interesante.
Debemos saber qué podemos controlar y qué no podemos controlar. De lo primero podemos tomar acción, podemos tomar decisiones para cambiarlo, de lo segundo no podemos hacer nada.
Por ejemplo: tu pareja te es infiel, entonces te preguntas ¿qué puedo controlar y qué no puedo controlar?
No podemos controlar las acciones del otro (por más de que le amemos), no podemos controlar que se vaya con otra persona, o que decida engañarnos, así que eso no podemos cambiarlo. ¿Qué sí podemos controlar? Podemos controlar cómo reaccionamos ante ello, podemos controlar el alejarnos y hacer respetar nuestros límites, podemos controlar no volver donde ya nos hicieron daño.
Muchas veces sufrimos por cosas que realmente no están en nuestro control, y por eso seguimos atados a dolores iguales que pesan cada noche.
Desde mañana pregúntate ¿qué puedo y qué no puedo controlar de lo que me sucede?